En ese trasegar se le atravesaron las mujeres de Modigliani, que luego inspiraron su propia senda artística. “Yo creo que la mente de uno pinta lo que conoce, y la verdad es que he estado rodeada más de mujeres, que de hombres. Amigas, tías, hermanas, en fin”, comenta Galvis, al resaltar lo que refleja su secuencia de rostros: “Veo unas mujeres inseguras, otras dependientes, otras que no se aprecian y otras maltratadas por sus maridos”.
Para el poeta Darío Jaramillo Agudelo, estos “rostros quieren decir ‘gesto’”, que él lee de manera particular: “Con un formato uniforme, solo rostros, sin fondo, ocupando toda la escena, a veces la misma mujer, a veces otra, imaginarios retratos que miran mirar”.